La muerte del bebé de Piedecuesta.
Junio 17 de 2009.
Cómo los fariseos se arrancan las vestiduras y maldicen a una pobre y desquiciada mujer, que no se sabe, ni se sabrá, qué razones tendría para llegar a lo que hizo. Hay que ir a las raíces del problema y preguntarse cómo anda la educación que permite toda la violencia contra los niños, la cual es de orden cultural. No es fácil controlar nuestros apetitos y uno de ellos es el sexual, el cual es reprimido por monjes y beatas. Esa represión origina violencia, la que se manifiesta en tener que vivir forzadamente con el primero compañero que le da oportunidad sexual, abortar ante embarazos no deseados, matar o regalar la criatura recién nacida, agredir físicamente a quienes los rodean, etc. Hoy los que vociferan con la camándula en la mano, debieran darse a la tarea de cambiar y no reprimir más. Si tienen piedad, ayudar a la mujer en desgracia, que nunca podrá olvidar lo que le pasó. No les manda su religión, perdonar?. Parece que hubiese un deseo de matar cuando le tiran piedras a la mujer caída.
Todos a nombre de Dios extienden su mano para castigar. Cómo nos hace falta Jesucristo para que les recuerde: “…el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Si tienen piedad, ayuden a esa mujer en desgracia, que nunca podrá olvidar lo que le pasó. Acaso no les manda su religión, perdonar?. Parece que hubiese un deseo de matar cuando le tiran de todo a la mujer caída.
miércoles, 17 de junio de 2009
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